“Numero 9” (2009), comienza cuando el pequeño robot, llamado Nueve, despierta en un mundo post-apocalíptico. Desconcertado, sale a la calle en busca de respuestas, pues, acaba de nacer y lo único que ve a su alrededor es destrucción y muerte. Al salir, descubre a otros robots igual a él y conoce a la Gran Maquina, un sistema creado para eliminar completamente a la raza humana. Nueve, con su espíritu de líder, motiva a los demás personajes a seguirlo y a luchar contra todos los robots malvados, para así devolverle la esperanza a la futura civilización.
Esta película cuenta con una impresionante animación, los arreglos visuales muestran con gran detalle las expresiones de los personajes. Todo es muy realista, desde las manos del científico hasta los increíbles y caóticos panoramas, esto definitivamente logra captar la atención completa del espectador. Además, los lugares que allí se muestran, recrean a un mundo sumido en la miseria y la perdición, el cual se encaja perfectamente con la trama. Desde la apariencia de las maquinas hasta las envolventes sombras demuestran que este filme tiene una original y muy excelente exposición gráfica de todos los hechos y escenarios de la historia.
Por otro lado, la película prometía mucho antes de su estreno, ya fuera por sus productores que son Tim Burton y Timur Bekmambetov o por su director Shane Acker, el cual basó toda la película en un cortometraje de nombre homónimo del que se tienen muy buenas referencias por sus ambientes hostiles y situaciones de peligro.
El guion es algo reforzado, los personajes suelen quedarse sin argumentos al ejercer las acciones, es decir, no se percibe el motivo de su lucha, el afán por querer salvar el mundo no se encuentra en sus diálogos. La película nos hace ir hasta el problema, pero no sé sabe por qué. Ningún personajes es capaz de generar un sentimiento o emoción que le de vida a los argumentos de la película, la cual tiene como base una historia bastante trillada, que es la guerra entre hombre y máquina que siempre termina desencadenando el final de la raza humana, no digo que sea mala esta temática, lo malo fue que Acker, creo una aventura predecible de diminutos guerreros luchando ilógicamente con una computadora armada con bombas de la que nunca se sabe por qué tiene como objetivo destruir la humanidad y quién le impuso esta catastrófica tarea.
Al final, el protagonista, (el cual tiene la voz de Elijah Wood), consigue derrotar la maquina malvada y liberar los espíritus de sus amigos, pero en el desarrollo de la cinta no explica por qué tienen alma unos robots o por qué hay artefactos verdes al estilo alquimista. No explican casi nada y por eso la narración queda incoherente y con cabos que no se atan ni al principio, ni al final de la película. Solo queda por decir que es una película muy entretenida visualmente, pero con una historia bastante floja, puede que le guste si solo se fija en lo bonito (o lúgubre, porque las escenas apocalípticas están muy bien logradas) de la animación.
Por: Manolo Torres.
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